La cabra Malagueña

Originaria de la provincia de Málaga, de la cual toma el nombre, actualmente se extiende por las provincias de Sevilla, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Cádiz y Almería. Así como por todo el suroeste peninsular y el norte de África. En la actualidad cuenta con un efectivo aproximado de unas 300.000 cabezas de las cuales 200.000 se encuentran en la provincia de Málaga. La raza Malagueña procede de la unión de la cabra pirenaica y el tronco africano, representado por la cabra Maltesa y es una de las razas que mayor influencia ha tenido en las poblaciones caprinas peninsulares, ya que se encuentra presente en muchas regiones de la geografía española.
Es una cabra de excelente rusticidad en la que su producción destaca tanto por su calidad como por su cantidad, ya que puede producir entre los 450 y 500 litros por lactación y que, además, se adapta con facilidad a los distintos sistemas de explotación.

Características morfológicas: La cabra Malagueña es de perfil recto o subconvexo, eumétricos y sublongilineos. Los machos alcanzan los 60-75 kg. y las hembras entre 45 y 60 kg. de peso vivo.
Capa: Uniforme rubia, con tonalidades de distinta intensidad que van del blanco amarillento (albahío) al rojo oscuro.
Cabeza: De forma triangular, frontal ligeramente saliente, orbitas manifiestas con ojos grandes, normalmente de color castaño, aun cuando se presentan algunas con ojos azul claro (zarcos). Orejas más bien largas y con disposición horizontal.
Cuello: Fino, largo, con buena inserción al tronco y, frecuentemente, presenta mamellas. Grupa: Ancha y caída con cola de inserción alta.
Mamas: Con amplia base de inserción de forma abolsada y pezones bien diferenciados, dirigidos hacia delante y afuera. Extremidades: Finas, con articulaciones netas y manifiestas. Nalgas arqueadas interiormente para permitir el normal alojamiento de unas mamas desarrolladas.


Para más información:
Asociación Española de Criadores de Cabra Malagueña